Estaba demasiado asustado como para dormir, aun así, cerré los ojos y me dejé acunar por la marea.
De repente, empiezo a oír gritos, sonidos raros sin significado para mí. Abro los ojos y una luz potente nos enfoca. ¿Hemos llegado? Todo acaba aquí. Rozamos con las puntas de los dedos nuestros sueños, pero no pudimos agarrarlos, nos descubrieron antes.
Mi madre me propuso muchas veces cruzar el Mediterráneo en barco, con la intención de encontrar un futuro mejor. Pero no encontré el parecido entre nuestra patera y el término que utilizó ella.
Éramos sesenta personas sobre tablas de madera mal unidas. El agua salada entraba entre ellas y se colaba en tus sueños. Éramos sesenta personas arropadas, fingiendo dormir. Todos quietos. Silenciosos. Pretendiendo formar parte de las olas.
Ya de día, sentado sobre una piedra española, miro al mar. Sólo alcanzo a ver la línea del horizonte pero sé que justo detrás está mi hogar.
Un policía que nos descubrió anoche se sienta a mi lado.
- ¿Estás bien, chico?
- Sí, gracias.
Domina un buen francés.
- ¿Cuántos años tienes?
- 13
- ¡13 años! ¡Joder! ¡13! Yo a los trece años seguía jugando al balón prisionero, no cruzaba el charco sobre dos maderas podridas.
Se queda un rato callado y me vuelve a mirar:
- ¿Tan mal van las cosas allí para que arriesgues así tu vida?
Y entonces giré la cabeza y vi a España. Sucia. Cubierta de aire irrespirable. Gris. Un país cargado de envidia y ansias de poder. Contaminado por el dinero y el consumismo. Personas que vendían a sus vecinos, con tal de ser reconocidos. Sonrisas envenenadas. Enfermedades y alergías. Asesinatos. Preciosos animales convertidos en abrigos, maravillosos paisajes transformados en fábricas. Ruido, mucho ruido. Prisa e infelicidad.
Volví a mirar a África. Irremplazable.
"¿Tan mal iban las cosas en mi país, para desear llegar a uno peor?"...- me sonreí- "Quizá algún día sean los españoles los que arriesguen sus vidas por hacerse un hueco en África."
Hola,
ResponderEliminarMe ha gustado mucho este relato, una historia muy real, no sé si te ha pasado a ti o a otra persona que conoces, pero sé que encierra la realidad de la mayoría de los africanos que deciden "cruzar el charco", como también decimos los dominicanos.
Muchas gracias por seguirme en el blog, también me gusta el tuyo.
Un abrazo!!!