miércoles, 22 de diciembre de 2010

No es un adiós, es un hasta luego

Me voy. Me voy a mi casa. Y no sé expresar con palabras la alegría que eso me provoca. La gente está acostubrada a que sean los demás los que vuelven, están acostumbrados a ser los que esperan. Pero cuando eres tú... todo cambia. Sobre todo si llevas cuatro meses sola, en un país que no conoces y con un idioma que no dominas. Solo ver sus caritas cuando me vean, con eso me conformaría. Aquí en España la gente está muy malcostumbrada a lo material. No saben pagar las cosas con amor, o con algo valioso para uno mismo. Paquetes, plástico, y papel de envolver. Esa es un máxima aspiración. Y para mí, yo solo les pidos a los reyes magos volver. Ver a mi madre. Contemplar mi infinita playa de Essaouira. Pasear por el zoco, y rezar en la mezquita con mis hermanos. Volver a llevar mi hiyab sin que nadie me mire raro. Hablar en árabe. Ese es el mejor regalo que voy a recibir nunca.

Pero no me marcho para siempre, en un mes estoy de vuelta. En septiembre lloré como una niña, me hice débil por unas horas, y me asusté. Odiaba España y la idea de venirme para acá se me antojaba una locura. Empecé a arrepentirme. Pero ahora, me ío de aquellas lágrimas. Porque Madrid se ha llegado a convertir en mi segundo lugar favorito. Después de Essaouira solo deseo estar en Madrid, en la calle Alto de Extremadura, protegida. En Madrid me han hecho mucho daño, me han humillado y me han señalado. Pero todo eso se olvida cuando conoces a gente como Noe, como Ceci o como Mon. Es cuestión de buscarlas muy adentro, y te sentirás en deuda toda la vida con ellos. Madrid me ha ofrecido el avance, las nuevas tecnologías. Me ha demostrado que la amistad no pone barreras ante las culturas. Aunque no pude saborearlo, aunque se evaporó a la velocidad a la que apareció, me enseñó lo que es el amor. Pero lo más importante, es que Madrid me ha concedido un sueño, un sueño imposible. Estudiar lo que más quiero.

Por eso ahora me voy feliz, pero no por ello volveré triste. En enero se oirán mis pasos, porque volveré para comerme la ciudad. Seguiré absorviendo todo lo que Madrid me ofrece. Gracias a este viaje, al que le queda mucho para acabar, he aprendido que como el hogar no hay ningun sitio. La calidez y la familia son los más grandioso que tenemos. Pero también he aprendido que cada rincón del mundo es maravilloso si somos capaces de verlo con el corazón muy abierto, sin prejuicios, sin colores, sin razas. Con la inocencia de un niño podremos descubrir su magia.

سعيدة عيد الميلاد         ¡Feliz Navidad!

Aicha El Idrissi*

sábado, 18 de diciembre de 2010

"Slumdog Millionaire"

Esta es una de mis películas favoritas. No solo está haciendo una denuncia social por todo lo grande de todas las injusticias, corrupciones y torturas en la India, sino que lo hace de manera entretenida, conmovedora y original. Relata la historia de dos hermanos que pierden a sus padres con muy pocos años.Los niños tendrán que emigrar y buscarse la vida: trabajando en vertederos, trabajando para hombres ricos, vendiendo droga... Y toda su historia se relata en forma de respuesta a las diferentes preguntas que le hacen a uno de los hermanos en el programa "Quiere ser millonario". En este famoso concurso no pueden explicarse como un insignificante niño de la calle puede saber tanto y le acusan de hacer trampas.Pero el niño justifica todas sus respuestas con las distintas experiencias de su vida, demostrando que a veces el simple hecho de vivir nos enseña más que un libro.

Con la siguente pregunta comienza la película:

Jamal Malik está a una pregunta de ganar 20 millones de rupias, ¿cómo lo hizo?
A: Hizo trampa
B: Tuvo suerte
C: Es un genio
D: Está escrito



D. A veces, simplemente está escrito

"En este mundo"

Jamal y Enayatullah dos dos niños que viven en un campo de refugiados afganos junto con otras 53.000 personas. Ambos trabajan, pero apenas sacan para vivir. Así convencen a sus padres para que les envíen a Reino Unido.Aquí comienza la historia de dos niños, de manera ilegal, con todas sus pertenencias en un saco, cruzan parte de Asía y media Europa con el fin de alcanzar un sueño. Es una película maravillosa que relata cómo han de vivir de mal en los campos de refugiados para que dos niños tan pequeños arriesguen sus vidas y pasen lo que tengan que pasar con el fin de alcanzar un futuro mejor. 



"Flor del desierto"

La primera película acerca de la inmigración se llama "Flor del desierto" y está basada en la historia real de Waris Dirie. Esta chica somali forma parte de una aldea nómada de pastores con sus hermanos y padres. A los seis años le realizan la ablación como hicieron con el resto de sus hermanas. A los trece le conciertan el matrimonio con un anciano. Así, desesperadamente, huye de su aldea cruzando el desierto completamente sola y descalza. Consigue llegar a la ciudad donde pide ayuda a su tío, embajador de Somalia en Londre, que la lleva consigo como criada. Más tarde se independiza y se pone a trabajar en un restaurante de comida rápida viviendo en un barato motel compartiendo habitación con una chica. Un día la descubre un fotógrafo y la propone hacerla un book. Waris Dirie consigue entrar en el mundo de la moda y convertirse en una de las modelos más prestigiosas y cotizadas del mundo. Pasa de ser una pobre analfabeta inmigrante e ilegal a una de las modelos más reconocidas de todos lo tiempos. Una vez alcanzada la fama emprende su lucha contra la ablación, ya que nunca olvida de donde vino.



Como fan de esta historia real os recomiendo que antes de ver la película basada en la vida de Waris, leais el libro escrito por ella misma.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Impresiones de Madrid

Ahora que llevo en Madrid unos meses me he puesto a pensar en lo más extraño de esta ciudad. Al principio me encantó la limpieza. Las calles están limpias. No hay casi basura en las aceras ni en los rincones. Se lo dije a Ceci (mi compi de trabajo) y me dijo que eso era mentira. Que los Españoles son un bastante guarros. Pero eso es porque Ceci no conoce Marruecos. En Marruecos hay basura hasta debajo de las piedras, en los ríos, en las puertas, en la playa, en la boca de los perros... Somos gente limpia, pero de nuestra puerta para adentro. Por todo lo de uso público nadie se preocupa. Y ese respeto en España es genial.

Otra cosa que me encantó es el transporte. No os lo creereis, porque andamos ya por el siglo XXI, pero en Essaouira los autobuses son de latón. He llegado a viajar en un autobús con gallinas y perros. Los taxis son abundantes, pero del la era pasada. Y aquí... Aquí los autobuses tienen grabada a una voz que te dice la parada: "Proxima parada Doña Berenguela". ¡Y el metro! El metro te deja en cinco minutos en la otra punta de la ciudad. La gente se debe pensar que estoy loca, pero a pesar de que este abarrotado y haga calor, yo siempre voy sonriente en el metro. Y es que es mi medio de transporte favorito.


Otra cosa que me sorprendió fueron las carreteras. Para ir de Marrakech a Essaouira no había autopista hasta este verano. Solo camino de tierra y asfalto viejo. Cuando yo me fui todavía no la había terminado. Aquí hay carreteras hacia cualquier lugar de España. A donde quieras. Y eso la gente de aquí no lo valora en absoluto. Pero para mí es un lujo. No se notan baches con el coche o el autobús. No tienes que ir en tramos a 20 km/h. No tienes que quedarte horas parado porque se ha encharcado el barro.

Pero sin duda lo que más me gustó y todavía lo que más me gusta es la moda de las Españolas. Llevan ropas atrevidas y modernas. De millones de colores. Las hay con pantalones anchos y muy "hippies", con rastas en el pelo y pendientes en la nariz. Las hay más moderaditas con botitas altas, vaqueros ajustados, y pañuelos preciosos. Hay quienes van con crestas en el pelo. Con tatuajes por todo el cuerpo. En chandal o en tacones. Hay absolutamente de todo. yo me podría pasar una mañana entera mirando pasar a la gente y fijandome en su estilo. ¡Es sorprendente la variedad! A mi me encantaría que se vistiera así en Marruecos y que nuestra religión nos permitiera poner esas botas y esas faldas. El otro día, mi padre no me oiga, me probé un vestido con mis amigas de clase cuando las acompañé a por su vestido de nochevieja....Ellas se quedaron con la boca abierta y me dijeron que debería vestir como a mi me apeteciese. Pero eso es porque ellas no han encontrado la fe que yo he encontrado. Y porque no tienen un padre como el mío claro.

Lo que menos me gusta de Madrid son los ladrones. Un domingo fui al "Rastro" con Noe, compañera de clase. Se trata de un mercadillo enooorme que montan cerca de la Latina. Se parece al de la  جامع الفناء (Plaza Jamaa del Fna, nunca lo habia escrito en Español y lo he tenido que buscar). O al mercado del caso antiguo de Essaouira. Pues me dijo Noe que estuviera pendiente de mis cosas y de mi bolso porque robaban un monton. Otro día iba por el metro y una chica lloraba porque le habían abierto la mochila y sin que se diese cuenta le había cogido todo. En el D.I.A% nos han intentado robar ya tres veces. Obviamente somos expertas y les pillamos, pero es sorprendente. ¡Cuanto ladrón hay en Madrid! Le dije a Noe que no me gustaba ese aspecto de los Madrileños, tener que vivir con miedo, que en Marruecos vives mucho más segura. Y se echó a reir. Dice que es una ironía porque la mayoría de la gente sospecha que los "moros" o "musulmanes" somos unos ladrones. Entonces me reí yo también. Si se miraran un poquito a ellos mismos...se darían cuenta del pecador.

jueves, 9 de diciembre de 2010

¿Qué son los estereotipos? ¿Quién inventó tal cosa?

Los estereotipos sirven para engañar a la gente acerca de los demás. A través de ellos consigues que todo el mundo valga muchísimo menos de lo que en realidad vale. Consigues menospreciarles, consigues que todos les menosprecien. Y eso te hace sentir superior y hace que el resto te vea muy por encima. Pero no por tus propios méritos. No por tu batallas ganadas. No porque seas mejor,sino porque hiciste a los demás peor. Cuando has humillado a todos los candidatos, a la gente no le queda más remedio que admirarte a ti.
Los estereotipos son una ironía. Son hechos como de broma. Pero lo más gracioso es que la gente se los crea, los sienta como suyos. Los añada a sus valores.
Me explico. Si una persona es ganadora del premio Nobel de la Paz, su país no será reconocido por ello. Nunca se pensará: "¡Qué buena es la gente de Brasil o de España o de Japón!" solo porque UNA persona entre millones sea Nobel. Nunca se generalizará de algo bueno. Nunca te meterán en un saco, sin haber hecho nada, por las honorables hazañas de otro. Los méritos extraordinarios son de cada uno. Son del que los alcanzó, de él solito. Nunca te darán una medalla por lo que hizo un compañero.
Sin embargo, ¿Qué pasa cuando no se trata de un hecho admirable sino de una catástrofe, un asesinato o una denuncia? ¡Andate con cuidado! No te juntes mucho al que pecó, porque sino, te tacharán de pecador a ti también.
                          La doctora iraní Shirin Ebadi fue Premio Nobel de la Paz en el 2003.

Mohamed ElBaradei fue Premio Nobel de la Paz en el 2005.

 
Yusuf Islam, al que probablemente no reconozcan por este nombre, se convirtió al islam en 1978. En ese momento se cambió el nombre, dejando de llamarse Cat Stevens. Fue nombrado en 2004 “Hombre de la Paz”, sin contar con sus inumerables éxitos como cantante en todo el mundo.


Muhammad Ali también fue un el nombre que adoptó Cassius Marcellus Clay Jr. Al convertirse al islamismo. Éste boxeador ha sido probablemente el más famoso de todos los tiempos y fue considerado “Deportista del siglo” por la revista Sports illustreted y por la BBC.


Akon, nombre artístico de Aliaune Badara Akon Thiam, famoso cantante de la actualidad que también celebra el ramadám y se reconoce como musulmán. Su mayor éxito ha sido “Lonely” y es ganador de multi- platinos. 
 
¿Qué tienen en común todas estas celebridades? Su religión: el islamismo. Pero a la hora de judgar, nadie se acuerda de ellas.
Sin embargo, un grupo radical musulmán, decidió destruir las torres más altas de Nueva York asesinando a miles de personas mientras el mundo entero miraba impotente a través de sus televisores. Nadie sabe lo que les pasaba por la cabeza. Nadie entiende el odio, la rabia, o quizá la enfermedad que te pueden llevar a hacer algo así. Pero desde entonces, todos los islamistas somos unos asesinos.
Hay quien quiere destruir mezquitas, que son nuestro centro de oración y paz. Hay curas que queman con rabia Coranes. E invitan al pueblo a hacer lo mismo. Incluso se enorgullecen mientras la televisión les graba. Y a esos curas no le importa que existan personas como yo, o como mi madre, que jamás haremos daño a nadie y que también es nuestro libro sagrado. Que también lloramos cuando un Corán arde.
Los prejuicios son como unas lentes envenenadas. Que te obligan a señalar, a humillar y a rechazar a todos aquellos que pertenezcan al islam, sin clasificar ni distinguir. Pero estas lentes están estropeadas, porque nunca nadie te pedirá un autógrafo por tu último disco, ni te sacará una foto por ser nobel de la Paz. Sin embargo, todavía hay quien no alquila su casa a un musulmán por miedo a que estrelle un avión es su terraza.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Frío de Madrid

Por fin creo que me estoy empezando a hacer a todo esto. Madrid ya no es una extraña para mí. La comida es rara, porque venden muchas cosas en lata y plástico, no sé cómo lo llama Mon. ¿Comida al envase? Algo así. Los españoles comen carne prácticamente todos los días. En mi país solo comemos carne dos veces por semana, y por supuesto, nunca, nunca jamas cerdo. Aquí hay filetes de cerdo en los restaurantes, hamburguesas de cerdo, salchichas de cerdo, bocadillos de jamon de cerdo.... El otro día pasé por un "museo" en el que tenían colgadas muchas patas de cerdo. Me pareció horrible, y no entendí cómo pueden llamar a eso MUSEO. Yo tenía entendido que en los museos se colgaban obras de arte, no piernas de animales muertos.



La gente cada vez me parece menos loca. Las chicas de mi clase son encantadoras. La verdad es que no hay muchan inmigrantes, solo hay tres sudamericános y yo. Pero aún así nunca me sentí rechazada ni poco integrada. Hablamos de todo y no tienen ningún prejuicio. Pero si noto diferencias entre nosotras.Ellas hablan sin ningun pudor de sexo, ¡cómo si fuera el tema más corriente! Y tengo que decir, aunque me da muchisima vergüenza, que creo que ninguna se mantiene virgen (por lo que me pareció entender) y lo peor...es que ¡ninguna está casada!

El viernes salimos de fiesta. Todas llevaban faldas cortas y tacones. Insinuantes. Si mi padre las viera.... ¡Además bebieron alcohol! ¿Te imaginas? Chicas de solo 18 y 19 años bebiendo alcohol. Además, que pensaría Alá de ver a jóvenes bebiendo tanto, para acabar todas borrachas. A mi me dio un poco de vergüenza, pero ellas creo que se lo pasaron muy bien. Si vinieran a vivir a Marruecos creo que lo pasarían fatal.

En el trabajo las cosas no cambian. De verdad. Llevo ya casi tres meses y todos los días de mi vida son iguales. Llego, me pongo el uniforme, friego los pasillos, friego el almacén, limpio mi caja, y hasta que abrimos al público me dedico a colocar fruta. Tengo una compañera que se llama Ceci, que es ecuatoriana y tiene más o menos mi edad. Es genial. Y todas las mañanas me pone música, sin importarle lo que diga la jefa. La verdad es que me río mucho con ella. Luego me paso 6 horas cobrando a la gente. Hay gente muy desagradable y mandona. Al principio yo solo sabía agachar la cabeza y disculparme, pero Ceci me ha enseñado que si haces eso te caban comiéndo. (Me reí mucho cuando me lo dijo, porque la entendí que me comerían de verdad y me asusté. Luego me explicó que es una expresión de aquí.Y significa que se aprovechan de ti) También hay que decir que viene gente muy dulce y amable, a la que veo todos los días y ya somos amigos.

Y en casa, pues cada vez más a gusto. Mon es una chica muy gritona y dice muchas palabrotas. Pero es buena y me ha enseñado mucho de Madrid. Con Chien cada día me llevo mejor, porque ya no me ladra, pero no significa que seamos amigos, solo nos respetamos.

Lo único a lo que todavía no me he adaptado (y creó que nunca me adaptaré) es al frío. En Madrid hace mucho, mucho, mucho frío. En otro día bajé a comprar té por la noche y ¡estabamos a menos de 0º grados! Y el lunes nevó. Nunca había visto nevar asi que me pegué a la ventana y no me moví hasta que Mon me obligó. Son cómo pétalos cayendo del cielo. Creo que es una de las cosas más bonitas que he visto en mi vida. Mon dice que a veces, si nieva durante mucho tiempo, todo se cubre de blanco y puedes tocar la nieve y jugar con ella. Asi que todas las mañanas me levanto y subo corriendo la persiana para ver si por fin ha nevado. El día que suceda si que empezaré a ser feliz en Madrid.