miércoles, 1 de diciembre de 2010

Frío de Madrid

Por fin creo que me estoy empezando a hacer a todo esto. Madrid ya no es una extraña para mí. La comida es rara, porque venden muchas cosas en lata y plástico, no sé cómo lo llama Mon. ¿Comida al envase? Algo así. Los españoles comen carne prácticamente todos los días. En mi país solo comemos carne dos veces por semana, y por supuesto, nunca, nunca jamas cerdo. Aquí hay filetes de cerdo en los restaurantes, hamburguesas de cerdo, salchichas de cerdo, bocadillos de jamon de cerdo.... El otro día pasé por un "museo" en el que tenían colgadas muchas patas de cerdo. Me pareció horrible, y no entendí cómo pueden llamar a eso MUSEO. Yo tenía entendido que en los museos se colgaban obras de arte, no piernas de animales muertos.



La gente cada vez me parece menos loca. Las chicas de mi clase son encantadoras. La verdad es que no hay muchan inmigrantes, solo hay tres sudamericános y yo. Pero aún así nunca me sentí rechazada ni poco integrada. Hablamos de todo y no tienen ningún prejuicio. Pero si noto diferencias entre nosotras.Ellas hablan sin ningun pudor de sexo, ¡cómo si fuera el tema más corriente! Y tengo que decir, aunque me da muchisima vergüenza, que creo que ninguna se mantiene virgen (por lo que me pareció entender) y lo peor...es que ¡ninguna está casada!

El viernes salimos de fiesta. Todas llevaban faldas cortas y tacones. Insinuantes. Si mi padre las viera.... ¡Además bebieron alcohol! ¿Te imaginas? Chicas de solo 18 y 19 años bebiendo alcohol. Además, que pensaría Alá de ver a jóvenes bebiendo tanto, para acabar todas borrachas. A mi me dio un poco de vergüenza, pero ellas creo que se lo pasaron muy bien. Si vinieran a vivir a Marruecos creo que lo pasarían fatal.

En el trabajo las cosas no cambian. De verdad. Llevo ya casi tres meses y todos los días de mi vida son iguales. Llego, me pongo el uniforme, friego los pasillos, friego el almacén, limpio mi caja, y hasta que abrimos al público me dedico a colocar fruta. Tengo una compañera que se llama Ceci, que es ecuatoriana y tiene más o menos mi edad. Es genial. Y todas las mañanas me pone música, sin importarle lo que diga la jefa. La verdad es que me río mucho con ella. Luego me paso 6 horas cobrando a la gente. Hay gente muy desagradable y mandona. Al principio yo solo sabía agachar la cabeza y disculparme, pero Ceci me ha enseñado que si haces eso te caban comiéndo. (Me reí mucho cuando me lo dijo, porque la entendí que me comerían de verdad y me asusté. Luego me explicó que es una expresión de aquí.Y significa que se aprovechan de ti) También hay que decir que viene gente muy dulce y amable, a la que veo todos los días y ya somos amigos.

Y en casa, pues cada vez más a gusto. Mon es una chica muy gritona y dice muchas palabrotas. Pero es buena y me ha enseñado mucho de Madrid. Con Chien cada día me llevo mejor, porque ya no me ladra, pero no significa que seamos amigos, solo nos respetamos.

Lo único a lo que todavía no me he adaptado (y creó que nunca me adaptaré) es al frío. En Madrid hace mucho, mucho, mucho frío. En otro día bajé a comprar té por la noche y ¡estabamos a menos de 0º grados! Y el lunes nevó. Nunca había visto nevar asi que me pegué a la ventana y no me moví hasta que Mon me obligó. Son cómo pétalos cayendo del cielo. Creo que es una de las cosas más bonitas que he visto en mi vida. Mon dice que a veces, si nieva durante mucho tiempo, todo se cubre de blanco y puedes tocar la nieve y jugar con ella. Asi que todas las mañanas me levanto y subo corriendo la persiana para ver si por fin ha nevado. El día que suceda si que empezaré a ser feliz en Madrid.

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